Todo es silencio

Deletreo tu nombre, Arianna,  en las aguas profundas de mi inconsciente. Lo dibujo en nubes,  solitario y esquivo, arrancado de ráfagas de viento y cenizas.
Estoy en esta ausencia sentada a la orilla de los días lanzando sueños a la fuente de frustraciones perennes. Me trepan horas desgastadas, afanes suspendidos, atardeceres con aroma a olvido y desesperanza.

Todo es silencio: la arena, el velero, la marea. Todo es silencio:  papeles que se alejan como diáspora, simulacros de mis palabras  atascadas.